Sube mi bandera a la mañana,
y con ella el sol, la nubes y el cielo,
y se llena mi pecho de ganas
de hacer mejor este suelo:
estudiando, trabajando y conviviendo
como buen alumno, alumna,
compañera o compañero.
Y al final del día descansan
mis ideales y mi bandera,
bajando del cielo se guardan
como sueño de patria buena.
Somos alumnos y alumnas de la OEA.